Efemérides de la V. Congregación del Oratorio de San Felipe Neri, de León Gto. A.R.
Los MM.RR.PP. D. José Manuel Somera y Landeros y D. José Manuel Quijano, insignes hijos de esta ciudad leonesa, nacido el primero el día 26 de Diciembre de 1789 y el segundo el día 14 de Febrero de 1808, ligados entre sí por una antigua y estrecha amistad, y vinculados además entre sí por parentesco espiritual, pues era el P. Somera padrino de Confirmación del P. Quijano; deseosos ambos de promover en este lugar la mayor gloria de Dios y salud a las almas, resolvieron, a principios del año de 1836, pretender la fundación del Oratorio del Santo Padre Felipe Neri. Así iniciaron todo un proceso de búsquedas, de esfuerzos y de cuanto fue necesario para la consecución de la misma, dirigiéndose a las autoridades competentes tanto eclesiásticas como civiles de aquel entonces.
En Junio de 1836 los ilustres presbíteros Somera y Quijano gestionan con el Ministro de Justicia y Negocios Eclesiásticos, la fundación de la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri, procediendo desde luego a la construcción del templo que desde entonces lleva el nombre de Oratorio de San Felipe Neri, ubicado en la que actualmente es la calle cinco de Febrero 119, Zona Centro.
En los días 5 y 6 de Agosto de 1838, después de resueltos todos los asuntos pertinentes, los presbíteros D. José Manuel Somera, D. José Manuel Quijano, D. Vicente Arriaga, D. Francisco Hernández y el joven José M. Prado, fundan la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri, con la autorización del Ilustrísimo Sr. Dr. D. Juan Cayetano Portugal, del Arzobispado de Morelia, quien concurrió personalmente al Acto solemne.
En Mayo de 1939 quedó terminado el templo y casa del Oratorio, construido a expensas de los PP. Somera y Quijano.
En fecha de 6 de Julio, por Breve de la Santa Sede, dado en Santa María la Mayor, por el papa Gregorio XV, se decreta la erección canónica de la Congregación.
Los dos Pilares y Fundadores de la Congregación, mueren, en día 18 de Agosto del año 1846 el R. P. D. José Manuel Somera y en día 29 de Noviembre del año de 1850 el R. P. D. José Manuel Quijano.
Entre los acontecimientos complejos y sacerdotes insignes que fueron acompañando la historia de la Congregación, es menester mencionar entre otros, a loss MM.RR.PP. D. Procopio Ocampo, D. J. Guadalupe Fernández, en el siglo XIX; En el siglo XX damos un homenaje devotísimo al M.R.P. Ignacio del Refugio Escamilla, quien ingresó al Noviciado en esta Congregación el día 6 de Febrero de 1888, ordenado sacerdote el año de 1894, y acompañó virtuosa y fielmente el caminar de la Congregación durante toda la primera mitad de ese siglo, llevando una vida ejemplar y quien después de sufrir pacientemente una larga enfermedad, celebra su Pascua en el mes de Octubre del año 1952, a sus 92 años de edad. Otro ilustre sacerdote fue el P. Librado Rosales.
Tomaron la estafeta para conducir la barca de la Congregación durante toda la segunda mitad del siglo pasado, y que fueron o aún siguen siendo vida y esperanza para la nueva generación de miembros de esta Congregación oratoriana, el R.P. Jesús Castillo Ramírez, nuestro amadísimo P. Vicente Zamora Hernández (q.e.p.d.), R.P. José Carmen López López, el Rvndo. Hno. José Concepción Ramírez (q.e.p.d.), y el P. Alfredo Flores Medina (q.e.p.d.).
La más reciente generación de sacerdotes está conformada por los RR. PP. Pedro Flores Sánchez, Juan Martínez Cardoso, Ramón Martínez Cardoso, Ignacio Flores Sánchez, Sergio Moncada Rodríguez, Juan Desiderio León Gómez, Rafael Reyna Romero y Daniel Iván Reyes Hernández.
En el año de 1964, siendo Obispo de la Diócesis de León, el Sr. D. Manuel Martín del Campo y Padilla, se firmó el contrato para la erección y atención pastoral del templo de San Judas Tadeo, entre esta V. Congregación y la Diócesis de León. La obra de construcción fue encomendada desde un principio por la Congregación al R. P. Vicente Rodríguez Salinas c.o.
Fue a partir del año de 2008 que la Parroquia de Nuestra Señora de Ocotlán, viene a integrarse en este espacio de nuestra vida, de nuestro ministerio, de nuestra presencia en la iglesia local y nos permite integrarnos de nuevas maneras en la vida, en el ministerio y presencia nuestra en la iglesia de nuestra ciudad.